“ … tanto amo
Dios al mundo, que entregó a su Hijo único…”
Juan 3, 16
Estimados
Hermanos:
Vaya para ustedes un fraternal
saludo en este día 09 de julio, día en que volvemos a poner la mirada en Cristo
Redentor, Maestro y Modelo de nuestra Familia Mercedaria.
Este mensaje lo escribo desde un lugar profundamente significativo
para nuestra Provincia Mercedaria de Chile, como es la Delegación Mercedaria de
Angola.
Han
sido días de encuentro y diálogo fraterno con nuestros hermanos de la
delegación, hemos podido compartir los sueños y anhelos de todos los hermanos
en formación y la vivencia de fe de cada una de nuestras comunidades
parroquiales y educativas de Luanda y de Quiculungo. Han sido días donde se ha
experimentado al Señor Jesús presente en medio de nuestras comunidades y en los
rostros de tantos y tantas que viven su fe al alero de la Merced en estas
tierras angolanas.
Desde esta profunda experiencia de
fe, permítanme una breve reflexión en torno a lo que celebramos.
1. ¿Qué
celebramos este día? Celebramos en primer lugar el profundo Amor que Dios tiene
por cada uno de nosotros, al entregar su propio Hijo por toda la humanidad, y
como ese Amor misericordioso recibido, mueve a nuestro padre San Pedro Nolasco
a fundar una comunidad cuya misión también será entregar su vida por los
hermanos. Especialmente los que viven en la cautividad. El proemio de nuestras
constituciones recoger hermosamente este profundo misterio de amor. “ASÍ
COMO DIOS, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo y dador de alivio en
toda tribulación, por su gran misericordia, envió́ a Jesucristo, su Hijo, a
este mundo para visitar a todo el humano linaje que se hallaba como en cárcel,
cautivo, en poder del diablo y del infierno, y para visitar y librar a todos
los amigos” (Proemio COM)
2.
¿Cómo está nuestro encuentro personal con Cristo Redentor? Aunque parezca obvio, recordarlo. La
experiencia personal con Cristo, con Aquel que nos ha llamado, marca nuestra
historia personal y comunitaria, de manera especial la historia de quienes nos
debemos, Los cautivos. Estos días en la delegación me han permitido de manera
personal confirmar esta convicción. Hemos de cuidar permanentemente de
profundizar está experiencia, asi lo redactábamos en nuestro sueño provincial: “Soñamos una comunidad religiosa mercedaria vivificada por la gracia de Jesucristo,
que experimente un crecimiento humano y una fraternidad evangélica basada en el
diálogo respetuoso y paciente, ofreciendo al mundo un testimonio de vida
redentora y creíble en el servicio a los cautivos”. (Provincia Mercedaria de
Chile, XVII Capítulo Provincial, Quinta Sesión Capitular, enero de 2019). Una comunidad
vivificada por la gracia de Jesucristo, es una comunidad que vive desde una
profunda experiencia cristológica personal y comunitaria.
3. ¿Qué
importancia tiene para nuestra familia religiosa, mirar a Cristo Redentor? Es una invitación a volver nuestra mirada
hacia nosotros mismos. ¿Cómo estoy entregando mi vida en lo que realizo
cotidianamente?, ¿Cómo nuestra Orden y nuestra provincia está entregando todo
lo que tiene por los cautivos de hoy? Sin lugar a duda que esta fiesta es
profundamente desafiante. Porque no nos permite quedarnos tranquilos y conforme
con lo que realizamos. Dios nos ha llamado para ser reflejo del Amor que Él
tiene por toda la humanidad. Acojamos con mucha humildad esta invitación que
brota de nuestro encuentro personal con Cristo nuestro Maestro y Modelo. “Los mercedarios tenemos como maestro y modelo a
Cristo Redentor que con su muerte nos ha liberado de toda esclavitud y estamos
dispuestos a seguirlo sacrificando hasta la propia vida en el ejercicio del
ministerio redentor.” COM 6
Finalmente, desde estas tierras Angolanas, vaya para ustedes un fraternal saludo en Cristo Redentor Nuestro Maestro y Modelo. Que María la Madre de Jesús y nuestra Madre, nos ayude a ser buenos redentores, entregando nuestra vida como Jesucristo la entregó.
mensaje Festividad Cristo Redentor