viernes, 8 de octubre de 2021

REPORTAJE: LA PROFESORA DE ARTE, QUE FOMENTA LA ROBÓTICA DE LAS AULAS

Alejandra Meza, profesora de Arte, se volcó hacia la tecnología y, desde la escolaridad, le entrega nuevas herramientas a sus alumnos en el Colegio Institución Teresiana, en Las Condes. Junto a ellos han ganado concursos como el reciente Roboticfest 2021 y se encumbraron como campeones nacionales de la First Lego League Challenge.



Alejandra Meza (50), profesora de Tecnología en el Colegio Institución Teresiana, en Las Condes, recuerda la imagen con toda claridad. Y la describe entre risas. Cada vez que su hermano iba al colegio -ella asistía por las tardes- entraba a su pieza y le sacaba un meccano. Con él hacía aviones, autos y cuánta cosa se le pasara por la cabeza. “Como era considerado un juguete para niños en ese tiempo, lo sacaba, armaba y desarmaba, para dejarlo después en el mismo lugar. Existía un sesgo cultural en ese entonces y no entendía por qué no podía hacer un meccano por ser niña”, recuerda la docente. Lo mismo hizo cuando descubrió que a su hermano le regalaban Legos y, a escondidas, jugaba con ellos. “Ya no se ve tanto esa diferencia, pero todavía existen profesiones que son catalogadas como de hombres y estamos haciendo una lucha, desde mucho rato, para que todos podamos estar presentes en todas partes, y ese ha sido mi lema”, afirma.

La profesora se tituló en 1994 en Pedagogía en Artes y, dos años después, se realizó la Reforma Educacional bajo el gobierno del Presidente Eduardo Frei. En esta, a las docentes de su área, se les hacía realizar técnicas manuales además de artes visuales. “Y no habían profesionales preparados en el país para eso, y a mí me interesaba y comencé a capacitarme para ingresar al área tecnológica”, afirma.

Proveniente de una familia donde su padre y hermano están vinculados al rubro de la construcción, creció martillando, cortando materiales y haciendo muebles, cosas que describe como imposibles en otro tiempo por el solo hecho de ser mujer. “Pero mi familia me potenciaba”, asegura Meza.

Los empleos del futuro

Viniendo del mundo de las artes, la profesional dice que prefiere el concepto STEAM por sobre el del STEM. ¿Por qué? El primero, que apunta a las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, incluye a las Artes. Y llegó a esa conclusión cuando, afirma, se casó con su marido, ingeniero y que la motivó a ver el mundo de la ingeniería y las matemáticas de una forma más cercana.

Como profesora de arte, dice que hoy día está haciendo clases de tecnología y, con todo su conocimiento artístico, lucha por empoderar a sus estudiantes. Eso sí, ha ido girando hacia la tecnología pura, viendo las próximas necesidades que puedan tener sus pupilos. Y, en ese sentido, Meza dice que pensar en el futuro es clave. “Recuerdo que una vez le pedí a los niños que se imaginaran los objetos del futuro, cómo serían. Y uno de ellos, en un tiempo en que era impensado, llegó con un celular con cámara incorporada, cuando eso aún no se visualizaba. Y ahí fue cuando caí, porque es justamente el futuro hacia donde hay que mirar”, plantea.

La robótica, inteligencia artificial y diseño 3D son algo que, sin duda, serán totalmente necesarias en las próximas décadas. E incluso hoy mismo. Y la mejor manera de poder acercar a la ciudadanía a esas temáticas es hacerlo directamente desde las aulas. Y no solo presentando estos temas, sino poniéndolos en práctica.

Hoy día Meza está plenamente dedicada al área de Tecnología en su institución, y se ha centrado en la robótica. Todo autodidacta, claro. Lleva ahí 12 años y recuerda que hace 10 comenzó a “batallar para que me creyeran en el colegio con que podíamos hacer robótica”. Y fue así. Su primera adquisición fue un Lego Mindstorm NXT y, con el paso de los años, se han ido sumando otros equipos. Eso sí, dice que hasta el día de hoy sobreviven varios de esos mismos NXT, con los que sigue haciendo clases para poder modelar en sus alumnos el pensamiento computacional. “Y eso es lo que más interesa hoy en día, para que puedan hacerlo en un futuro”, apunta.

Para motivar a sus alumnos, dice que deben mirar a su entorno, penar que pueden desarrollar proyectos reales y generar un impacto en lo que los rodea. “Las ideas pueden trascender y así lograr cambios en la sociedad, y es importante que piensen así. No deben hacer maquetas por hacerlas, sino que se basen en prototipos que pueden llegar a ser reales”, asegura, y añade: “las niñas deben y pueden sobresalir en todas las áreas, incluyendo estas, porque tienen exactamente las mismas capacidades que los hombres, y potencio eso en cada uno sin dejar de lado a ninguno”.

La pandemia, por su parte, hizo lo suyo y mantuvo a la distancia el vínculo de ella con sus alumnos. Como ya venían con un camino recorrido con el equipo de robótica de MasterCIT, tenían ya conocimientos y aprovecharon el contexto de una mejor manera. Sus alumnos ya sabían conectarse a las redes, e incluso ya tenían Discord. “Y no fue difícil que siguieran, mejoraran y se enfocaran más en los proyectos que tenían en la First Lego League y después con el Robotic Fest, y nos ayudó porque la gente empezó a ver que los computadores no eran solo para comunicarse o redes sociales, sino también para aprender”, plantea.

A pesar del contexto y que las instituciones puedan requerir más tecnología, dice que aún los recintos educacionales aún no se atreven del todo. La pandemia hizo que se visualizara más el tema, dice, pero antes solamente fue un camino engorroso, porque “nadie le da prioridad a comprar dispositivos electrónicos o pagar cursos relacionados a eso”. “He hecho toda mi carrera con autoaprendizaje, investigando, echando a perder y haciendo. Y junto a mis alumnos, de hecho. Y nadie invierte en que el profesor tenga capacitación para esto, porque hay otras prioridades y no es que no quieran”, afirma.

Y ejemplifica, porque en vez de comprar un equipo de unos $500 mil pesos o unos arduino, de unos $40 o $30 mil, se prefiere invertir en cosas más prácticas. “Pero hoy dfía con la pandemia se hizo patente que es un buen medio para incentivar el aprendizaje”, señala sobre la robótica. “Esto para mí ya significa haber dejado de ser la profesora... Va más allá de mi horario laboral. Es ser coach y una acompañante, y voy a seguir siéndolo”, dice.

Para fines de este año la profesional ya renovó un nuevo equipo de MasterCIT y espera, durante los próximos meses, continuar trabajando con ellos y entregándoles las nuevas herramientas que puedan requerir en un futuro.


Fuente: La Tercera.com