Esta semana se conmemoró el Día contra el Ciberacoso en Chile, fecha que según el Ministerio de Educación (Mineduc) tiene por objetivo “abordar temas de convivencia digital para promover los procesos de enseñanza, tomando conciencia sobre el desafío que implican las relaciones digitales“.
La Unicef define en su sitio web al ciberacoso como “acoso o intimidación por medio de las tecnologías digitales que puede ocurrir en las redes sociales, las plataformas de mensajería, las plataformas de juegos y los teléfonos móviles. Es un comportamiento que se repite y que busca atemorizar, enfadar o humillar a otras personas”.
Junto a ello, Castillo enfatizó que el foco debe estar puesto en los establecimientos educacionales, donde niños, niñas y adolescentes pasan su día a día. “Es uno de los espacios prioritarios a defender, junto al respeto a la persona y la comprensión de que esos espacios de interacción en lo digital son reales y también sus efectos son reales (…) Es un espacio de reconocimiento, de trabajo, de respeto, que es fundamental. Y lo otro es reconocer los otros espacios donde esto ocurre, la familia, el espacio del hogar, y, sobre todo, el intercambio respetuoso entre las redes con otras personas”, comenta.
La psicóloga Liliana Fuentes, doctora en Lingüística y académica del Centro de Estudios Cognitivos y del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, detalló que el ciberacoso “tiene que ver con difundir imágenes o fotografías, hacer intimidación, con videos que pueden ser vergonzosos a través de redes sociales, que muchas veces suelen ser mentiras, utilizando herramientas como Photoshop, que dejan a la persona en desmedro, la deterioran en términos sociales, en términos psicológicos. Incluso, uno puede encontrar señas físicas en los jóvenes o adolescentes que están sufriendo ciberacoso, porque se ven desmotivados, menoscabados, alteraciones del sueño, de la alimentación”.
En esta línea, advirtió que a través del ciberacoso una persona puede ver invadido todos los aspectos de su vida.
Fuente: El Dínamo