lunes, 21 de septiembre de 2015

OPINIÓN: OTRAS FORMAS DE APRENDIZAJE

DIARIO LA TERCERA - SÁBADO 19 DE SEPTIEMBRE DE 2015


Señor director:

Un artículo del New York Times(Are College Lectures Unfair?, publicado este mes) señala que la investigación reciente muestra que “los estudiantes de pregrado logran un mayor aprendizaje en cursos que emplean métodos interactivos que en cursos tradicionales en que se dictan las clases (lecturing)”. Destaca, además, que ese mayor aprendizaje beneficia especialmente a estudiantes que pertenecen a minorías y niveles socioeconómicos bajos, o son la primera generación de su familia que ingresa a la educación superior. 

Estos resultados son consistentes con dos investigaciones realizadas en Chile y convendría considerarlos en el diseño de estrategias para cerrar las diferencias en los aprendizajes de jóvenes de diversos grupos socioeconómicos.

La noticia es importante para Chile, porque el 80% de sus profesores “dicta” sus clases en los niveles medio y superior. También es oportuna porque ahora parece existir consenso en que se debe mejorar la calidad de la instrucción.

El aprendizaje interactivo no implica cambios en el equipamiento, sino que es un cambio en el desempeño del profesor, que debe asignar lecturas previas a la clase, interrogar sobre ellas al comenzar y  luego realizar ejercitaciones interactivas durante la clase. Como todo cambio de hábitos se requiere una realimentación constante hasta que se automatizan los cambios.

Los beneficios son evidentes. Un texto de una página que un estudiante puede leer en silencio en tres  minutos, se lee en voz alta en seis minutos o se lo puede “explicar” en más de 10. Además, el alumno que tiene un menor vocabulario, puede buscar el significado de las palabras que no conoce -y que le impedirían entender la explicación del profesor- o volver a leer los párrafos donde sus conocimientos previos son inadecuados.

Ernesto Schiefelbein
Premio Nacional de Educación