La autoestima se define como el aprecio o consideración que uno tiene de sí mismo y es fundamental para todas las personas y en especial para el desarrollo de los niños. Como concierne a nuestra valía personal, puede afectar a nuestra manera de estar, de actuar en nuestro entorno y de relacionarnos con los demás.
Todas las personas son capaces de desarrollar la autoestima positiva, lo cual las ayuda a sentirse capaces y valiosas y a sentirse aceptadas como personas. La autoestima, que se conforma desde pequeñitos, es fundamental para la salud psicológica, ya que su falta puede provocar trastornos psicológicos, somáticos, afectivos, de conducta... Por eso hoy queremos conocer nueve claves para reforzar la autoestima de los niños.
Pero, ¿por qué queremos niños con una buena autoestima? Una autoestima sana sienta los pilares para proteger a las personas frente a los desafíos y contratiempos vitales. Frente a los conflictos y las presiones negativas, es primordial que los niños se sientan bien con ellos mismos. De este modo, todas las situaciones se manejan mejor, se disfruta más de la vida y en definitiva se es más feliz. Los niños con una buena autoestima son realistas, activos, abiertos, se relacionan más fácilmente con los demás y generalmente son optimistas.
Por contra, aquellos con baja autoestima sufren mayor ansiedad y frustración frente a los desafíos y conflictos que, inevitablemente, se encontrarán en su camino y frente a los que no les resulta fácil buscar soluciones. Los pequeños con una baja autoestima pueden volverse pasivos, retraídos y tienen más riesgo de sufrir ansiedad y depresión.
Mejorar la autoestima de los niños
- Practicar el apego, educando a los niños desde el respeto y la empatía. Cuando se crea un fuerte enlace emocional con los educadores durante la infancia, se facilita el desarrollo de una personalidad segura e independiente.
- Les queremos, pero ¿lo demostramos? ¿Se lo decimos? Hay que demostrar el amor a los niños, con muestras de cariño a través de mensajes verbales y no verbales, con caricias, abrazos, besos, miradas, masajes... Algo tan sencillo como decirles que les queremos o que nos gustan su trabajo... refuerza la autoestima de los estudiantes
- Refuerza los aciertos de tus niños y no siempre sus errores. Podemos elogiar los aciertos de modo que reforcemos esas conductas positivas y, respecto a los errores, hay que relativizarlos, marcando límites y explicándoles lo que está mal, sin enojarse ni amenazas. Recuerda que conviene elogiar las conductas positivas de forma inmediata a la acción y no a largo plazo, cuando el refuerzo pierde su eficacia. Por otro lado, los regalos o premios continuos no son beneficiosos para la autoestima, ya que, también en el futuro, los bienes materiales por sí solos no contribuyen a la autoestima.
- Evita las alabanzas exageradas, que pueden ser contraproducentes en los niños con baja autoestima. Si bien los elogios refuerzan la personalidad (de cualquiera), es mejor no ser desmesurado en los halagos ya que olvidan la necesidad de avanzar y superarse y no entienden que los errores ayudan a aprender. Los educadores son quienes conocen y saben ver lo mejor que pueden ofrecer y ofrecernos, lo mejor de su persona y no solo en lo físico sino sobre todo en sus capacidades, habilidades... siendo realistas y optimistas, sin pretender que sean algo que no son.
- Relativiza la importancia del aspecto físico. Pocos adolescentes escapan de los complejos, pero es fundamental que los niños tengan una base solida que afiance su confianza. Hay que recordar que el aspecto físico puede dar una falsa autoestima (o "comodidad" como señalan los especialistas), que suponen una autoestima efímera y no potenciarán realmente la confianza y el respeto hacia uno mismo. Pero lo que importa es lo que tienen dentro, porque en cualquier momento el exterior puede "fallar" (o te pueden decir que falla, o los estereotipos nos envuelven...) y eso no debería hundirles ni hacerles sentir inferiores.
- Acepta sus expresiones de sentimientos, incluso cuando estos son negativos. La rabia, el enfado, la tristeza... forman parte de nuestra personalidad y no hay que reprimidos o castigarlos, sencillamente aceptarlos, eso sí, sin permitir expresiones o conductas violentas o irrespetuosas. Al aceptar sus sentimientos, adoptar sus puntos de vista, escuchamos sus necesidades, prestando atención a lo que nos reclaman, en ocasiones con conductas desafiantes que habremos de intentar entender.
- Compartir juegos con los niños es fundamental para su autoestima, compartir un tiempo de ocio y diversión, compartir cuentos e historias, bailes... Un tiempo con el que se refuerzan nuestros vínculos y gracias al que aprenden muchísimo. El juego no es un premio, es un derecho fundamental y los mejores compañeros casi siempre son los padres, desde que son pequeños.
- Valora el esfuerzo del niño, sea cual sea el resultado. No siempre se acierta, no siempre se llega a la meta, pero el esfuerzo es un valor fundamental para las personas y para sus futuros logros. Para ello, hay que permitirles ser autónomos en distintas actividades (según sus edades: explorar gateando, comer, recoger los juguetes, hacer los deberes...). Los regalos, que como hemos dicho no son beneficiosos en exceso, pueden ser adecuados ocasionalmente como premio a su esfuerzo.
- Finalmente, prediquemos con el ejemplo. Si nosotros somos un modelo positivo para nuestros estudiantes, sin ser demasiado duros con nosotros mismos, queriéndonos un poquito más, siendo realistas, optimistas y aceptando nuestras limitaciones pero intentando superarnos cada día, los niños acabarán siendo nuestro reflejo. Y es que, como hemos dicho al principio, la autoestima es fundamental para cualquier persona.
Esperamos que estas nueve claves para reforzar la autoestima de los niños nos ayude a que crezcan felices, que al fin y al cabo es lo que todos deseamos. El amor y la comunicación son la clave para lograr emociones positivas que afiancen su personalidad.
Fuente:bebesymas.com