lunes, 30 de agosto de 2021

FIESTA SAN RAMÓN NONATO

 


San Ramón Nonato es un santo muy popular. De la familia mercedaria el más conocido sin duda. ¿Qué rasgos de su personalidad, de su acción y de su mensaje siguen impactando hoy en la vida de las comunidades cristianas? Se pueden señalar varios:

En primer lugar, es un hombre consagrado. No entiende su vida si no es como ofrenda para Alguien. Ha descubierto el valor de la vida, como un regalo, un don, inmerecido, pero profundamente valioso, que no se puede desperdiciar, ni se puede malograr. Es necesario vivir, vivir para los demás. Su gesto de consagración es la respuesta definitiva de la fragilidad humana, puesta en las manos poderosas de Dios. Su nacimiento fue providencial, muerta su madre. Esa es la razón grande por la que reconoce que solo Dios es quien la merece toda entera. Su consagración es la manera que tiene de vivir la acción por la vida.

En segundo lugar, es un hombre de la caridad. Su ofrenda a Dios, como creador de la vida, le lleva a descubrir la necesidad de salvar, de rescatar toda la vida que se encuentra en peligro. Lo hará como mercedario, llevando la carga de los cautivos, buscando su libertad, que no se puede comprar sólo con el precio del dinero, sino que a veces hay que comprarla al precio d4e la propia libertad. Compartirá el destino de los cautivos. La iconografía lo presenta con un candado en los labios en su tiempo de cautiverio, compartiendo la triste suerte de los pobres que no tienen quien se ocupe de ellos. Allí Ramón Nonato será palabra de ánimo y de fortaleza. Una palabra avalada por el testimonio de su compromiso con los cautivos. La caridad mercedaria no será dar de lo que sobra. Será una caridad que compromete la vida entera, como la vida de Jesús, dad por amor.

En tercer lugar, es el hombre de la Eucaristía, vivida y contemplada. Descubriendo a Cristo y a los cautivos. Viático para la vida eterna y cuerpo llagado del Señor. Ramón Nonato es un peregrino que va hacia Roma. En Cardona debe detenerse. Está enfermo. Se acaba la peregrinación terrestre. Sigue siendo peregrino hacia el Cielo, y necesita la fuerza de la Presencia del Señor de la Eucaristía. Continuará su camino hacia la patria definitiva fortalecido por el pan partido y compartido, con el mismo Señor que lo introduce en la eternidad.

En cuarto lugar, es el creyente que en María descubre la forma de responder a Dios siempre en fidelidad. Frente a la tentación de la mediocridad, su amor por la Virgen lo hará servidor como María, llegando a perder su libertad, siendo esclavo por amor. En María descubrirá como ofrecer la vida por los amigos de Jesús, por los pequeños de este mundo.

Fuente: La Merced en la Liturgia 2020 - 2021