Se
ingresó una indicación al proyecto de desmunicipalización que propone fijar un
máximo de 35 alumnos por sala “porque facilita la labor del profesor”. Sin duda
es más cómodo enseñar en un curso con menos alumnos, aunque implica aumentar en
un tercio el gasto por alumno. Sin embargo, ese cambio no estaría asociado con
un mayor aprendizaje de los estudiantes. Esto fue confirmado en el famoso
informe McKinsey (2007) al mostrar el fracaso del gran esfuerzo realizado en
Estados Unidos por reducir el tamaño de la clase en 20% entre 1970 y 2005. Las
pruebas de lenguaje para estudiantes de 9 a 17 años no mostraron cambios
significativos en ese período, aunque el costo por alumno aumentó en 73%.
Para mejorar el aprendizaje deben usarse estrategias que han probado su
efectividad, como solicitar a cada director de escuela que deje a cargo del
primer grado al mejor profesor que tenga para enseñar a leer. Esta estrategia
no tendría costo, pero reduciría considerablemente el alto analfabetismo
funcional que la OCDE detectó en Chile hace 10 años.
Fuente: La tercera
Ernesto Schiefelbein
Investigador Universidad Autónoma - Premio Nacional de Educación.