Pablo Chiuminatto Académico Universidad Católica y doctor en Filosofía:
El académico de la Universidad Católica y doctor en Filosofía Pablo Chiuminatto explicó las negativas consecuencias que, a su juicio, conlleva sacar Filosofía de los ramos obligatorios. Además, enfatizó que es momento de reconocer que los alumnos reflexionan y subrayó la importancia de esta materia en ese punto.
¿Por qué es importante tener Filosofía como asignatura?
La importancia, después de tanta mutación curricular, es relativa. Se trata del desmantelamiento de un modelo de conocimiento y de disciplinas que, antes, organizaron una cosmovisión. Lo más grave es la reducción de lo que, a ojos de expertos de otras disciplinas, por cierto, resulta prescindible. Los niños tienen un horario limitado y, nuevamente, sin siquiera saber qué les podría interesar a ellos, se toman decisiones como éstas. Si Freud escandalizó al siglo XIX con su tesis de que los niños tenían sexualidad, pues la siguiente revelación, en el siglo XXI, es que los niños piensan. Difícil que los adultos acepten algo así.
¿Se apunta a que los niños no piensen?
La gran revolución del siglo XXI será cuando se entienda que los niños piensan. Los alumnos no son un saco vacío que hay que llenar con contenidos, quieren pensar. Están aprendiendo, no quieren ir al colegio, no saben por qué ir al colegio, no les hace sentido nada. Llegó el momento de probar cosas distintas. No es dar vuelta las cosas y crear el currículum que tú imaginas, sino que lo importante es qué piensan ellos, cómo lo piensan, cómo los guiamos a reflexionar y a ser críticos. Si no, los sigues tratando como niños, despreciando su opinión. Tú no puedes creer que cuando tienes a dos millones de personas insatisfechas con la educación en Chile no hay un gran argumento detrás de su molestia.
¿Qué efectos concretos puede tener sacar esta materia del plan común de enseñanza?
Las consecuencias son patentes, las autoridades reducen el tiempo dedicado a la comprensión de cómo pensamos y de los sesgos que nos determinan en nuestra vida y mundo. Es la falta de este tipo de modelo crítico lo que hace creer que para una reforma educacional hay que partir por los universitarios, cuando sabemos que lo que se necesita es mejorar la calidad en la infancia.
El Mineduc insiste en que no se está eliminando realmente Filosofía, sino que se están trasladando los contenidos, aunque ya no exista dentro de los ramos obligatorios..
Sinceramente, ellos ya la sacaron de la malla. Además, socialmente no es valorado. Si la etiqueta sale, es una constatación de algo mucho anterior, que es el desmantelamiento de la formación tradicional por una basada en modelos de empleabilidad y tecnocráticos que conducen a que produzcamos estudiantes que alimenten la educación superior. Lo que está pasando es que nos tenemos que plantear por qué los niños van al colegio y no aprenden, por qué no sienten compromiso con su formación, por qué están horas y cada vez más horas en matemáticas y no aprenden, no comprenden.
¿En qué actividades de la vida cotidiana podemos ver que se emplea la filosofía?
La noción utilitaria del currículum es lo que tiene a la educación chilena en este trance. Ahora bien, si se pone en esos términos, se puede sintetizar en que la filosofía nos ayuda a vivir mejor y comprender lo que experimentamos. La psicología también pareciera hacerlo, sin embargo, la filosofía lo propone como una tarea en diálogo con la historia de los distintos paradigmas que los seres humanos se han dado a lo largo de la cultura. Son cosas distintas. Si eso se puede sacar del currículum, pues, no se pregunten después por qué a los estudiantes no les interesa lo que les enseñan en la escuela. El malestar es obvio, no estamos formándolos para conocer, sólo para servir a un sistema.
¿Es suficiente con trasladar algunos de los temas que se ven en Filosofía a otros ramos, como Formación Ciudadana?
Creer que la filosofía es equivalente a la Formación Ciudadana sigue un modelo griego con el que Platón estaría de acuerdo. El problema es qué se supone que será esa asignatura y con qué rellenarán esos programas, eso es otra cosa. Mucho se puede hacer desde la filosofía para ayudar a comprender éticamente el ser ciudadano, y sobre todo uno que piense en el bien común, pero no creo que estén pensando en eso cuando determinan su fusión en una sola asignatura.
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