miércoles, 31 de mayo de 2017

EDUCACIÓN 2020

A pocos días de la última cuenta pública de la presidenta Bachelet, Educación 2020 resume los siete puntos para transformar la educación chilena, que deben ser un horizonte común más allá de los cambios de gobierno.

#1. LA EDUCACIÓN DEBE SER UN PROYECTO PAÍS QUE TRASCIENDA GOBIERNOS, PENSADA A LARGO PLAZO Y QUE NO ESTÉ SUJETA A VAIVENES POLÍTICOS.
El aprendizaje de todos los países exitosos en educación es que necesitan acuerdos de largo plazo. Que cambien los gobiernos, pero que no cambien nuestras metas educativas.

#2. EDUCACIÓN DE CALIDAD PARA ESTUDIANTES DE TODOS LOS NIVELES, CALIDAD INTEGRAL Y NO SÓLO ACADÉMICA, CALIDAD PARA TERMINAR CON LA SEGREGACIÓN.
Todas las mediciones locales e internacionales muestran que los niños, niñas y jóvenes estudiantes de Chile no tienen los aprendizajes mínimos para vivir en el siglo 21. La calidad educativa no es sólo el aprendizaje académico, sino el desarrollo de la creatividad, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico y la felicidad. La calidad también debe atacar la segregación y propiciar la valoración de la diversidad.

#3. METODOLOGÍAS DE ENSEÑANZA NUEVAS, QUE DESARROLLEN EN NIÑOS Y NIÑAS LAS HABILIDADES DEL SIGLO 21: AUTONOMÍA, CREATIVIDAD, TRABAJO EN EQUIPO Y PENSAMIENTO CRÍTICO.
El mundo cambia, pero no cambia la forma en que se enseña y se aprende en la sala de clases. Necesitamos metodologías de enseñanza nuevas y condiciones para implementarlas. Estos enfoques innovadores no implican mayor inversión económica; sí de decisión política. Algunas de sus características es que propician la enseñanza entre estudiantes, la resolución de problemas y el desarrollo de proyectos: habilidades indispensables para vivir en el siglo 21.

#4. COLEGIOS CON MÁS AUTONOMÍA Y MENOS BUROCRACIA DE LAS AUTORIDADES. FLEXIBILIDAD Y CONFIANZA PARA QUE PROFES Y DIRECTIVOS DESARROLLEN SU CREATIVIDAD.
Es difícil innovar y crear si los colegios están ahogados en burocracia. Es urgente que las autoridades flexibilicen sus regulaciones y demandas a profes y directivos. Hay que avanzar hacia una educación con más confianza y autonomía y hacia una modernización de la institucionalidad.

#5. APOYO Y FORMACIÓN PERMANENTE PARA PROFES Y DIRECTIVOS. MENOS AGOBIO, MÁS TIEMPO Y MEJORES CONDICIONES DE TRABAJO.
El techo de un sistema educativo es la calidad de sus profes y directivos. Por eso, se requieren mejoras en la formación inicial de docentes, educadores y técnicos, que sepan cómo desarrollar las habilidades del siglo 21 en sus estudiantes. Otro pendiente es mejorar las condiciones laborales del profesorado: menos agobio y más tiempo y autonomía.

#6. EDUCACIÓN PÚBLICA, INCLUSIVA Y DE CALIDAD. PARA ELLO: DESMUNICIPALIZAR, AUMENTAR LA MATRÍCULA Y CAMBIAR EL SISTEMA DE FINANCIAMIENTO.
La matrícula de la educación pública chilena cae día a día. Ante este abandono, se requiere fortalecerla con innovación pedagógica, aumento de matrícula, desmunicipalización y cambio al sistema de financiamiento. La educación pública y privada pueden coexistir en Chile, en equilibrio. La educación pública es valiosa porque es el espacio donde se encarnan valores ciudadanos, la inclusión y la diversidad.

#7. EDUCACIÓN SUPERIOR CON NUEVA INSTITUCIONALIDAD, FORMACIÓN TÉCNICA FORTALECIDA Y UN NUEVO SISTEMA DE FINANCIAMIENTO.
Para fortalecer la educación superior primero hay que ordenar la casa, cambiando la institucionalidad con la creación de una subsecretaría y una superintendencia para este nivel. Esto se discute hoy en el Congreso. Urge un nuevo sistema de financiamiento y el fin del CAE. Por último, hay que superar la “universititis” e impulsar la educación técnica y recuperar la educación pública superior.

Fuente: educacion2020.cl