lunes, 9 de septiembre de 2019

24 DE SEPTIEMBRE, SOLEMNIDAD BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LA MERCED, NUESTRA SANTÍSIMA MADRE

NOTAS HISTÓRICAS

Merced significa don o regalo, es decir, aquello que se ofrece y regala gratuitamente, oponiéndose, por tanto, a las normas y principios del mercado, donde las cosas, e incluso el ser humano, se compran o se venden, según conveniencia o imposición de los más fuertes. Merced es aquello que gratuitamente se ofrece, por amor, a favor de los humanos, a fin que puedan ser y vivir en libertad y plenitud humana.

María de la Merced no hace referencia a un lugar, como los de Lourdes o Fátima, Montserrat o Guadalupe, aunque estos nombres hayan recibido también un sentido carismático especial. La Merced es, más bien, un título teológico y apostólico, que está indicando una faceta importante de María, la madre de Jesús, de manera que puede convertirse en principio de una acción liberadora al servicio de los hermanos cautivos.

Este título está vinculado a la vida y obra de san Pedro Nolasco, que más que fundador autónomo de la familia mercedaria aparece como devoto de María y promotor de su obra de Merced en el mundo. Así, por impulso del pueblo y elección de los hermanos y hermanas, el grupo empieza a llamarse Orden de Santa María de la Merced.

Este nombre no fue resultado de una imposición jerárquica, ni elección más o menos arbitraria, sino resultado normal de un proceso en el que fueron descubriendo que su obra de merced se encontraba vinculada de manera muy intensa con María, de manera que Ella viene a presentarse como Madre de la Merced y la Merced de María se define como obra de María. Los mercedarios podían haber redimido cautivos sin apelar a la Madre de Jesús o haber mantenido separados los dos elementos (devoción mariana y acción liberadora). Pero los han vinculado de un modo gozoso y comprometido, de manera que María y libertad aparecen unidos en el título de la Merced.

La fiesta litúrgica se celebraba el domingo más cercano al 1 de agosto, fecha de la revelación de María a san Pedro Nolasco, con rezo de oficio y misa de Nuestra Señora de las Nieves. Durante los siglos XVI y XVII hubo dos fechas distintas para la fiesta de María de la Merced: el 8 de septiembre, oficializada en el capítulo general de Valladolid en 1599 y el 24 de septiembre, que data de 1696, fecha en que, acogiendo la petición del emperador de Austria, el papa Inocensio XII concede el oficio y la misa propios para la Iglesia universal.

Fuente: La Merced en la Liturgia 2018-2019