jueves, 19 de junio de 2014

EL GROOMING, O CIBERABUSO SEXUAL INFANTIL: UN PELIGRO LATENTE

El ciberabuso sexual infantil, o grooming, es uno de los peligros que conlleva el entorno altamente conectado e interactivo en que crecen los niños de hoy. Nuestra obligación es informarnos y prevenir.
 
 
Los niños de hoy crecen en un entorno muy diferente al de generaciones anteriores. Los celulares se han popularizado; el acceso a internet no se restringe al uso de un gran computador de escritorio que compite en tamaño con el de televisor de la casa. Ahora toda clase de dispositivos minúsculos pueden facilitar la navegación, hasta las aspiradoras se conectan a internet y esta conexión no necesita de un cable, sino que ocurre de manera inalámbrica. Por si fuera poco, las llamadas telefónicas son gratuitas si existe una red WiFi y los mensajes instantáneos también. Las redes sociales tienen aplicaciones que pueden gritarle al mundo entero dónde están los usuarios en tiempo real. 
El último estudio Índice Generación Digital (IGD), realizado por VTR en conjunto con Adimark GFK y educarchile en 2011, señalaba que el 96% de los niños tiene  acceso a la web desde algún lugar y el 85% se considera experto en internet. Ante la misma pregunta, solo el 31% de los padres se declara experto; la brecha del 54% que existe entre ambas generaciones es la que facilita los eventos de grooming, o ciberacoso sexual infantil. En resumen, podemos decir que la pedofilia no es un invento de las nuevas tecnologías; estas últimas se limitan a exponer de otra manera conductas delictivas preexistentes.

Grooming es un término anglosajón para referirse a las situaciones de abuso sexual de niños por parte de adultos a través de internet, usando los chats y las webcams. Estas siempre reproducen un patrón similar en cualquier parte del mundo. En una primera instancia, el abusador contacta al niño o niña en salas de chat o redes sociales, muchas veces haciéndose pasar por otro niño. A continuación busca hacerse su amigo y crear lazos de confianza, a fin de obtener toda la información posible sobre sus hábitos, cuentas en redes sociales y nuevas variantes de contacto posibles. Progresivamente trata de disminuir las inhibiciones del niño o niña, a veces mostrándole imágenes de contenido pornográfico, hasta lograr que el o la menor se desnude frente a la webcam o le envíe fotografías de tipo sexual. Finalmente comienza el chantaje; el abusador amenaza con hacer públicas las fotografías si el niño no accede a enviarle más, y en ocasiones busca concertar una reunión para abusar sexualmente de él o ella.
Los niños más pequeños acceden a internet buscando juegos, programas de televisión o apoyo para sus tareas escolares. Esto hace posible que, según el último estudio de 2011 Eu Kids Online, el 29% de los menores haya sido contactado por extraños en la web. Otros estudios realizados por la organización Consultora Divergente afirman que el 50% de los escolares chilenos declara haber chateado con desconocidos mientras que un 14,5% ha concertado una cita virtual con un desconocido.
De aquí que el trabajo pedagógico para garantizar una navegación segura deba concentrarse, para las edades tempranas, en fortalecer el autocuidado de los niños frente a posibles eventos de grooming, o acercamiento de adultos.
El grooming puede producirse incluso cuando los padres están en la casa, ya que estos pueden no prestar atención a todo lo que está haciendo el niño en el computador. Por eso se recomienda restringir el uso de cámaras web por parte de los niños, enseñarles a no aceptar amigos en el chat que no conozcan, y no usar apodos que den pistas sobre su edad. Se recomienda asimismo prestar atención a eventuales cambios en la conducta de los niños, como irritabilidad o melancolía, que puedan explicarse por la intimidación de terceros.

El caso de Amanda Todd
Luego de su suicidio a los 15 años, Amanda se convirtió en un caso emblemático de grooming. Había accedido a enviar una imagen suya con el torso desnudo a un acosador, que luego de amenazarla, distribuyó la imagen entre sus redes más cercanas por internet. Eso había sucedido tres años antes, cuando la joven canadiense cursaba el 8°año de escolaridad y tenía 12 años de edad. Antes de morir, dejó un video en youtube que sigue siendo el vivo testimonio de las consecuencias trágicas que pueden traer estos delitos.

Las recomendaciones del SENAME para madres y padres:
  • Explica a los niños y niñas los riesgos que supone Internet, con hincapié en la importancia de no revelar datos personales a desconocidos y de no enviar fotos ni videos a desconocidos.
  • Aprende a manejar y usar las nuevas tecnologías para saber en qué actividades se encuentran los niños y niñas y a qué peligros se enfrentan.
  • Coloca el PC en lugares de tránsito o visible y evitar que chateen a puerta cerrada.
  • Evita que chateen desde las 22 horas en adelante, ya que a partir de esta hora se incrementa el número de usuarios y potencialmente aumenta el riesgo.
  • Instala antivirus y programas de navegación segura en los computadores que usen sus hijos e hijas.
  • Pregunta permanentemente sobre las páginas que visitan, con quién hablan y sobre qué temas.
  • No instales una cámara web en el computador y si decides hacerlo, restringe su uso con una clave de seguridad.
  • Si crees que un niño o niña está siendo víctima de acoso a través de Internet habla con él o ella, sin retarlo, dándole la confianza necesaria para conocer la situación.
  • Contacta con la policía y con organizaciones de protección de niños, niñas y adolescentes.
  • Conversa con sus hijos acerca de sexualidad saludable y refuerza en ellos la idea de que te informen sobre contenidos que le sean desagradables o le han incomodado.
Fuente:  Educar Chile