martes, 29 de noviembre de 2016

ARTÍCULO: NIÑOS QUE DICEN MENTIRAS: ACTIVIDADES PARA EVITARLAS EN LA ESCUELA

Las primeras mentiras aparecen en el paso de la Etapa Infantil a la Primaria. Es un momento de profundos cambios cognitivos y sociales en el que los niños se enfrentan a nuevas formas de pensar, sus intereses cambian y se amplían considerablemente los círculos sociales.

Así, se relacionan con personas que presentan nuevos roles (profesores especialistas, entrenadores, psicólogos, compañeros en los extraescolares, etcétera) y viven un entorno más amplio. A su vez, disponen de más recursos y madurez para atender el mundo que les rodean.

¿Por qué mienten?

Las razones que motivan las primeras mentiras en los niños son las que se irán dando más adelante, de adolescentes e incluso adultos: Por un lado, la necesidad de aceptación y reconocimiento por parte de los padres, los profesores o los compañeros; y, por otro lado, las ganas de disfrutar de la atención de los mismos colectivos.

Por esto, la forma más efectiva y positiva de acabar con las mentiras en la escuela y la familia es mostrar a nuestros alumnos que, pese a todo (pese a que a veces se equivoque, mienta, haga cosas mal, se enfade, tenga mal humor, rompa cosas, etcétera), lo queremos tal cómo es y valoramos por encima de todo que pertenezca a nuestra clase o familia.

Las actividades que te propongo a continuación buscan destacar las cualidades de los alumnos, reforzar la imagen que tienen de sí mismos y conseguir la reflexión sobre las propias emociones. Pueden utilizarse a partir de los 6 años e irse adaptando a los diferentes niveles educativos. ¡Comencemos!

El espejo

Pide a los alumnos que se coloquen por parejas y el uno delante del otro. Toma esta pequeña lista de preguntas y léela en voz alta:
-¿Qué es lo primero que veo cuando miro a mi compañero?
-¿Cuál es la mejor cualidad de la persona que tengo delante?
-¿Qué es lo que más me gusta de mi compañero?
-¿Qué contaría un espejo sobre mi compañero?
-¿Cómo me siento cuando estoy con él?
-¿Qué cosas hace bien mi amigo?
-¿Qué podría enseñarme?

-De las cosas que hace bien, qué me gustaría que me enseñase?

Da algunos minutos a tus alumnos para que respondan a las preguntas y tomen nota de sus respuestas o lo digan en voz alta si todavía no tienen soltura con la escritura. Es importante que la premisa sea siempre la misma: “Esta vez hablaremos solo de las cosas buenas de nuestros amigos, porque de las malas se suele hablar más a menudo.”

Continúe leyendo aquí el artículo de la revista digital educación 3.0