Quiero compartir con ustedes dos opiniones con respecto a la decisión del Consejo Nacional de Educación (CNED) de mantener el Simce en Segundo Básico de lectura.
La primera publicación en la revista Educar corresponde al ex Secretario de la Agencia de la Calidad de la Educación, Sebastián Izquierdo, y la segunda publicación es en la página web de la Agencia de la Calidad, el actual Secretario Ejecutivo, Carlos Henríquez.
Eran tres las modificaciones que se propusieron en el mes de enero respecto del Simce. Una de ellas, terminar con la medición estandarizada de comprensión de textos en los alumnos de Segundo año Básico y reducir el número de evaluaciones. La medida tiene detractores y otros que la defienden. Entre los primeros, el ex Secretario de la Agencia de Calidad de la Educación, Sebastián Izquierdo, quien considera que se trata de un “gran error”.
-¿Es posible mejorar los aprendizajes si no se conoce el rendimiento de los alumnos?
-La suspensión del Simce en 2° básico, a mi juicio, es un gran error. Debido a que este tipo de instrumentos entrega información valiosa sobre el desarrollo y éxito de las prácticas educativas, información que sirve a las familias y los establecimientos para idear e implementar mejoras, así como para que se realicen intervenciones que se hagan cargo de las deficiencias detectadas. Y esto se relaciona en el tiempo con uno de los principales desafíos que tiene Chile, que es disminuir considerablemente las brechas por nivel socioeconómico que existen desde la cuna entre nuestros estudiantes en cuanto a habilidades y conocimientos, lo que, junto a otros aspectos, es el punto de partida de la desigualdad social.
Por ello, conocer e intervenir para mejorar debiera ser nuestra prioridad. Según la evidencia empírica, mientras antes sean estas intervenciones, mayores son las posibilidades de éxito. De ahí que creo es un profundo error suspender esta prueba estandarizada de comprensión de textos en los alumnos de 2° básico.
¿Coincide en algunas críticas como el hecho que se perderán cuatro años para saber si un niño aprendió o no a leer?
-Coincido con estas críticas, debido a que es necesario que los establecimientos educacionales conozcan de manera temprana sus resultados y sobretodo sus deficiencias en esta área, tan fundamental para la comprensión del resto de los aprendizajes, para que corrijan sus prácticas de lectura inicial e impulsen medidas de nivelación temprana.
Dado que el desafío de la educación es tan grande que no basta con el solo esfuerzo de los colegios, lo dicho anteriormente también ocurre con las familias: si conocen el nivel de lectura de sus hijos pequeños, podrán involucrarse a tiempo y realizar un trabajo colaborativo con el colegio. Estoy pensando en grandes y pequeñas acciones, que padres y establecimientos pueden realizar en conjunto y también en cada contexto, para aumentar el éxito en la comprensión lectora. Insisto: mientras antes, mejor.
¿Cuáles son las verdaderas razones que esgrime el Mineduc para tomar esta medida?
-Las razones que aparecen en los diarios son débiles y subjetivas. La principal argumentación que se da es el supuesto “agobio” para los estudiantes, producido por una prueba de comprensión de textos. Debemos recordar que esta prueba que es aplicada solo una vez al año, es similar a las evaluaciones de comprensión lectora que se realizan en la propia asignatura y además, tiene una duración aproximada de solo una hora. En este contexto, me pregunto, ¿Cuál es la evidencia empírica que hoy sustenta el MINEDUC para eliminar el Simce de 2° básico por este “agobio”?
Eliminación Simce 2° básico y reemplazo por evaluación formativa para que todas nuestras niñas y niños sepan leer, por Carlos Henríquez.
La opinión de que hay un exceso de evaluaciones es ampliamente compartida y me sumo a ella, sin embargo algunas de estas son imprescindibles para saber en qué punto estamos, pues la información desprendida de estas nos permite tomar las acciones apropiadas de mejoras para avanzar en una educación de calidad para todas las niñas y niños. Asimismo, es importante que tengamos un equilibrio entre las evaluaciones y los posteriores apoyos que podamos otorgar para superar las falencias que pudieran existir. La retroalimentación es necesaria y oportuna para lograr ser un aporte real a la educación de Chile.
Como Agencia de Calidad de la Educación entendemos que las evaluaciones son un medio y no un fin, por lo que es necesario que resignifiquemos pedagógicamente dichos instrumentos evaluativos, para que la meta sea mejorar los niveles de aprendizaje de nuestros niños y niñas y no los ranking o validaciones sociales.
Esta motivación nos hace apoyar la sugerencia de la Mesa de Expertos de eliminar la prueba Simce de 2° básico, pues esta no aporta con información que nos permita, en forma válida, saber si los estudiantes comprenden lo que leen. La evaluación Simce tiene fortalezas pero también limitaciones, pues no entrega información inmediata para saber cómo orientar la enseñanza de la lectura.
Continúe leyendo aquí la opinión de Agencia de la Calidad de la Educación
La primera publicación en la revista Educar corresponde al ex Secretario de la Agencia de la Calidad de la Educación, Sebastián Izquierdo, y la segunda publicación es en la página web de la Agencia de la Calidad, el actual Secretario Ejecutivo, Carlos Henríquez.
Eran tres las modificaciones que se propusieron en el mes de enero respecto del Simce. Una de ellas, terminar con la medición estandarizada de comprensión de textos en los alumnos de Segundo año Básico y reducir el número de evaluaciones. La medida tiene detractores y otros que la defienden. Entre los primeros, el ex Secretario de la Agencia de Calidad de la Educación, Sebastián Izquierdo, quien considera que se trata de un “gran error”.
-¿Es posible mejorar los aprendizajes si no se conoce el rendimiento de los alumnos?
-La suspensión del Simce en 2° básico, a mi juicio, es un gran error. Debido a que este tipo de instrumentos entrega información valiosa sobre el desarrollo y éxito de las prácticas educativas, información que sirve a las familias y los establecimientos para idear e implementar mejoras, así como para que se realicen intervenciones que se hagan cargo de las deficiencias detectadas. Y esto se relaciona en el tiempo con uno de los principales desafíos que tiene Chile, que es disminuir considerablemente las brechas por nivel socioeconómico que existen desde la cuna entre nuestros estudiantes en cuanto a habilidades y conocimientos, lo que, junto a otros aspectos, es el punto de partida de la desigualdad social.
Por ello, conocer e intervenir para mejorar debiera ser nuestra prioridad. Según la evidencia empírica, mientras antes sean estas intervenciones, mayores son las posibilidades de éxito. De ahí que creo es un profundo error suspender esta prueba estandarizada de comprensión de textos en los alumnos de 2° básico.
¿Coincide en algunas críticas como el hecho que se perderán cuatro años para saber si un niño aprendió o no a leer?
-Coincido con estas críticas, debido a que es necesario que los establecimientos educacionales conozcan de manera temprana sus resultados y sobretodo sus deficiencias en esta área, tan fundamental para la comprensión del resto de los aprendizajes, para que corrijan sus prácticas de lectura inicial e impulsen medidas de nivelación temprana.
Dado que el desafío de la educación es tan grande que no basta con el solo esfuerzo de los colegios, lo dicho anteriormente también ocurre con las familias: si conocen el nivel de lectura de sus hijos pequeños, podrán involucrarse a tiempo y realizar un trabajo colaborativo con el colegio. Estoy pensando en grandes y pequeñas acciones, que padres y establecimientos pueden realizar en conjunto y también en cada contexto, para aumentar el éxito en la comprensión lectora. Insisto: mientras antes, mejor.
¿Cuáles son las verdaderas razones que esgrime el Mineduc para tomar esta medida?
-Las razones que aparecen en los diarios son débiles y subjetivas. La principal argumentación que se da es el supuesto “agobio” para los estudiantes, producido por una prueba de comprensión de textos. Debemos recordar que esta prueba que es aplicada solo una vez al año, es similar a las evaluaciones de comprensión lectora que se realizan en la propia asignatura y además, tiene una duración aproximada de solo una hora. En este contexto, me pregunto, ¿Cuál es la evidencia empírica que hoy sustenta el MINEDUC para eliminar el Simce de 2° básico por este “agobio”?
Eliminación Simce 2° básico y reemplazo por evaluación formativa para que todas nuestras niñas y niños sepan leer, por Carlos Henríquez.
La opinión de que hay un exceso de evaluaciones es ampliamente compartida y me sumo a ella, sin embargo algunas de estas son imprescindibles para saber en qué punto estamos, pues la información desprendida de estas nos permite tomar las acciones apropiadas de mejoras para avanzar en una educación de calidad para todas las niñas y niños. Asimismo, es importante que tengamos un equilibrio entre las evaluaciones y los posteriores apoyos que podamos otorgar para superar las falencias que pudieran existir. La retroalimentación es necesaria y oportuna para lograr ser un aporte real a la educación de Chile.
Como Agencia de Calidad de la Educación entendemos que las evaluaciones son un medio y no un fin, por lo que es necesario que resignifiquemos pedagógicamente dichos instrumentos evaluativos, para que la meta sea mejorar los niveles de aprendizaje de nuestros niños y niñas y no los ranking o validaciones sociales.
Esta motivación nos hace apoyar la sugerencia de la Mesa de Expertos de eliminar la prueba Simce de 2° básico, pues esta no aporta con información que nos permita, en forma válida, saber si los estudiantes comprenden lo que leen. La evaluación Simce tiene fortalezas pero también limitaciones, pues no entrega información inmediata para saber cómo orientar la enseñanza de la lectura.
Continúe leyendo aquí la opinión de Agencia de la Calidad de la Educación