miércoles, 27 de abril de 2016

ARTÍCULO: TIPS PARA ENCANTAR A LOS ALUMNOS CON LA LECTURA

Según diversas investigaciones, la lectura modifica el carácter, las emociones e incluso la personalidad. De este modo, quienes leen asiduamente captan mejor las emociones de otros y las hacen suyas con facilidad, favoreciendo el desarrollo de la empatía. María Francisca Bertoglio, coordinadora de contenidos de Fundación Educacional Oportunidad, entrega algunos interesantes consejos al respecto. 

Es un hecho ya comprobado que aquellos niños expuestos a la lectura tienen mayor habilidad de ponerse en los zapatos de otros, sean estos personajes o personas reales.  Según las últimas investigaciones es clave fomentar la lectura, empezando por los más pequeños.

—¿Qué efectos posee el primer acercamiento a la lectura?

—La literatura infantil, además de suponer el primer contacto de la infancia con las creaciones literarias, constituye un excelente recurso a la hora de desarrollar su personalidad, creatividad, imaginación y juicio crítico. La lectura nos pone en contacto con otros sentimientos, otras experiencias y otras vidas, lo que permite a los niños superar el individualismo y conectar con las intenciones, expectativas,  anhelos y frustraciones de otros.

—¿Es posible formar niños lectores?

—Existen 3 principales formas, no excluyentes, de desarrollar hábitos lectores en nuestros niños y enriquecer su visión de mundo a través de las historias. Estas son:

Lectura desde el afecto
La mayoría de nuestros recuerdos de la infancia se relacionan con el afecto y la diversión: en suma, con los buenos momentos. En los niños, el afecto se asocia con el bienestar. Debemos formar lectores desde el afecto para que la lectura sea un hábito que provoque y evoque esas sensaciones placenteras de la infancia en la edad adulta.
La lectura es, además, un momento especial, en donde se fortalece el vínculo afectivo con quienes la comparten. Es una ocasión cercana e íntima con los adultos significativos padres, donde madre (o padre) e hijo (o hija) disfrutan de algo común que los une, y la lectura se convierte en un lazo entre ambos que creará un contexto de bienestar para el niño.

Lectura por placer
Formar niños lectores no puede ser algo que ocurra como producto de la disciplina o una obligación, leer debe causar placer y estar asociado con sentimientos agradables para que se cree el hábito. Para eso es necesario familiarizar a los niños con los libros como algo con lo que pueden jugar desde pequeños, hojear, mirar, oler, tocar y manipular. Así, el libro se convierte en un objeto familiar. Un libro impecable es un libro que jamás se ha usado. Los niños van descubriendo lo que es ser lector al relacionarse los libros. Para un niño pequeño un libro es un juguete. No es necesario saber leer para ser un lector.

Ser modelos lectores
Ser un modelo lector significa tener siempre un libro a mano. Demostrar interés por los libros. Demostrar interés por lo que los otros leen y considerar la lectura como otra forma de entretención. También significa reírse, llorar y sorprenderse con lo leído en voz alta y sin vergüenza. ¡Si somos padres lectores, tendremos hijos lectores!

—Pero ¿si  los padres no son buenos lectores?

—Juguemos con los cuentos. Sólo se necesita creatividad e imaginación. No siempre necesitamos un libro: la narración oral y la invención de historias crean en los niños la curiosidad por la ficción. Un cuento tiene personajes que se pueden convertir en títeres, historias que se pueden convertir en canciones, finales que pueden modificarse. ¿Y qué tal inventar una historia juntando personajes de distintos cuentos?

Fuente: grupoeducar.cl