jueves, 12 de enero de 2017

ARTÍCULO: EXPERTA DETALLA CUATRO CLAVES PARA ENSEÑAR GRAMÁTICA CONTEXTUALIZADA A LA ESCRITURA

En el currículum vigente para Educación Básica desde 2012, la enseñanza de la gramática está incorporada dentro del eje de Escritura. Es decir, no debe enseñarse de manera independiente, sino de manera contextualizada junto con la escritura.

Sin embargo, esto implica un desafío para los docentes, quienes pueden no tener formación en esta área. Es un tema que incluso va más allá de las fronteras chilenas. Por ello, es una de las líneas de investigación de Debra Myhill, Decana del College de Ciencias Sociales y directora del Centro de Investigación en Escritura de la Universidad de Exeter, Reino Unido.

La académica ha realizado numerosos estudios sobre la enseñanza y aprendizaje del lenguaje, la escritura y la gramática. “¿Por qué debemos enseñar gramática? ¿Debemos enseñarla para que los alumnos aprendan la estructura del idioma? ¿Para evitar que cometan errores al escribir y hablar? ¿Para desarrollar un entendimiento de los textos que leen? En Inglaterra, no está claro por qué la gramática está en el currículo. Por más de 50 años, los profesionales y tomadores de decisiones se han dividido en torno al beneficio de enseñar gramática”, dijo la experta.

Myhill explicó que diversos estudios muestran que no hay evidencia del impacto de la enseñanza de la gramática en la escritura. Sin embargo, aclaró que todos estos estudios investigaron clases en que la gramática y la escritura se enseñaban en forma separada y ninguno analizó el impacto de la enseñanza de la gramática ligada a la enseñanza de la escritura.

Por esto, diversos estudios realizados en el Centro de Investigación en Escritura de la Universidad de Exeter, que la profesora Myhill dirige, analizaron el impacto de la gramática enseñada en contextos de escritura y lectura, y mostraron positivos resultados.
¿Cómo debe ser entonces la enseñanza de la gramática para que genere impacto? Myhill explicó que la pedagogía propuesta por la Universidad de Exeter para la enseñanza de la gramática está basada en cuatro principios. El primero implica hacer una conexión entre la gramática que se enseñará y cómo esta funciona en el marco de la escritura de textos concretos. Por ejemplo, explorar el uso de los tiempos verbales pasado y presente en las crónicas de los periódicos para relatar y comentar un hecho.

El segundo principio es explicar la gramática mediante ejemplos y no a través de largas explicaciones o definiciones. El tercero es proponer una discusión con los estudiantes  sobre la gramática y sus efectos, por ejemplo, discutir con  toda la clase las elecciones gramaticales realizadas por  dos alumnos para escribir un ensayo y los efectos que tienen estas opciones  sobre el significado de su escrito. El cuarto principio refiere a usar ejemplos de textos auténticos para relacionar a los estudiantes con la  comunidad más amplia de escritores. Por ejemplo, usar el material de la ONG WWF para explorar cómo usaron la gramática en un texto persuasivo.
“La clave es que no sólo es importante cómo escribimos, sino también sobre qué escribimos. La gramática es un recurso para generar significado”, explicó Debra Myhill. Señaló, por ejemplo, que las oraciones: ‘Madre, rompí la ventana’ y ‘Madre, se rompió la ventana’ tienen un significado muy distinto, aunque ambas están compuestas por casi las mismas palabras. Lo que ocurre es que la forma gramatical produce la diferencia en el sentido.

Myhill agregó que cada decisión gramatical es una opción: “escribir no sólo es qué mensaje queremos entregar, sino también cómo formas la oración, las frases y los párrafos, para generar  el significado que quieres crear en el lector”.
La profesora Myhill fue invitada por el CIAE para colaborar en el proyecto Fondecyt que investiga el impacto de la enseñanza de la gramática contextualizada a la escritura en la calidad de los textos de estudiantes chilenos de 6° básico, proyecto dirigido por la investigadora Carmen Sotomayor.

Fuente: ciaeuchile