lunes, 1 de diciembre de 2014

ARTÍCULO REVISTA EDUCAR: APRENDIZAJE EFECTIVO Y SIGNIFICATIVO PARA NUESTROS ALUMNOS

Mientras se discute la reforma educacional,  vale la pena adentrarnos y conocer la visión de un experto en el aprendizaje, conocedor innato del tema. Por ello, conversamos con Rafael Echeverría, presidente del Instituto de Ontología del Lenguaje. A su juicio, la clave pasa por  desafiar el trabajo de los profesores y de paso reencantar a los alumnos con su proceso de aprendizaje. Además nos presenta las bases del Magíster en Pedagogía Conversacional, que está desarrollando junto a la Facultad de Educación de la Universidad Mayor.
 
Por Marcela Paz Muñoz Illanes
 
¿Qué se entiende por mirada ontológica del aprendizaje?
Es aquella mirada que observa el poder de transformación que se despliega en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Lo que el profesor lleva a cabo a través de su práctica es un proceso de transformación profunda de sus estudiantes: al finalizar sus clases los estudiantes logran ver lo que antes no veían, comprender lo que antes no entendían y realizar acciones que antes no podían, logran ser distintos de cómo eran antes. Los docentes participan de una de las prácticas más sorprendentes que podemos realizar los seres humanos: contribuir al despertar y desarrollo del inagotable potencial de transformación de otros seres humanos. Y ello lo realizan mediante el poder de sus conversaciones.  
Tradicionalmente el término ontología apuntaba a nuestra concepción sobre el carácter de la realidad. Así lo concebían los filósofos clásicos. Desde la Modernidad se fue progresivamente comprendiendo que la forma como la realidad se presenta a los seres humanos guarda relación con cómo somos. Hoy ontología es la pregunta por el ser humano.  Y nuestra respuesta destaca un elemento decisivo: la capacidad de lenguaje. Los seres humanos somos seres lingüísticos, conversacionales: cada individuo se construye a partir de las conversaciones en las que ha participado y participa; junto a otros factores determinantes como la biología y el entorno.
 
¿De qué forma se realiza el proceso de enseñanza?
Los procesos de enseñanza-aprendizaje se llevan a cabo a través de conversaciones  y son el resultado de la capacidad de acción y transformación que es inherente al lenguaje, capacidad demostrada por la filosofía del lenguaje. La mirada ontológica a la educación, volviendo entonces a la pregunta original, implica por lo tanto responder a la pregunta sobre los fenómenos de aprendizaje desde una particular concepción del ser humano, entendido éste como un ser de lenguaje que se constituye a sí mismo en prácticas conversacionales.
Cabe preguntarse ahora ¿qué aporta esta mirada? O dicho de otra forma, ¿qué se logra ver, desde la perspectiva de la ontología del lenguaje, que otras miradas tienden a no ver? Entre las respuestas posibles destaco la gran dignidad y relevancia que confiere esta mirada a los procesos de enseñanza-aprendizaje, pues constituyen el camino principal de nuestra transformación personal. Saber aprender nos ofrece la posibilidad de recurrir a ese potencial inagotable de construcción de nuestra existencia. Aprender se convierte entonces en la capacidad de diseñar permanentemente nuevos ideales y de trazar los caminos que nos permitan alcanzarlos, realizarnos, en un proceso que se repite una y mil veces, que siempre retorna, hasta alcanzar aquella noche que no tiene amanecer, de la que nos hablaba Proust.