viernes, 6 de marzo de 2015

ARTÍCULO: Empieza el año escolar con 6 tips para una buena evaluación diagnóstica

Una buena evaluación diagnóstica te permitirá fijar metas y objetivos con tus alumnos para el resto del año escolar.
El comienzo del año escolar es una oportunidad para aprender cosas nuevas, desafiar tus límites y adquirir la disciplina que necesitas para desarrollar todo tu potencial. Al mismo tiempo, estos meses –en los que estarás gran parte del tiempo concentrad@ en la actividad escolar– son una gran oportunidad de participar y comprometerte con los temas que más te importan y de generar un impacto positivo en tu vida y la de tu comunidad.
Hoy se habla mucho de la desconfianza y del desinterés de la juventud hacia
Comienza el año escolar y debemos reencontrarnos  con nuestros alumnos. En algunos casos son nuevos estudiantes  que  tendremos que conocer, tanto en lo personal como en lo académico. La mejor orientación para adecuar  tus clases a un nuevo  curso  es la evaluación diagnóstica.  Algunos investigadores consideran este tipo de evaluación  como un dispositivo de aprendizaje, donde a través de instrumentos que reflejan lo más fielmente posible la situación inicial, se puede obtener información del proceso de aprendizaje, y a partir de ello, mejorarlo.
Te damos algunos consejos para que el uso de este instrumento  te ayude a comenzar de buena manera este nuevo año escolar:
  1. Básate en las progresiones de los planes y programas: Identifica cuáles son  los contenidos que progresan  año a año y determina cuáles son imprescindibles que tus alumnos manejen  en este nuevo curso.
     
  2. Conversa con el profesor que estuvo con tu actual curso el año anterior para que te oriente. Pregúntale por los contenidos vistos y por las características del curso. Muchas veces esto te ayudará a planificar estrategias de acercamiento o didácticas diferenciadas.
     
  3. Siempre avisa a tus alumnos que los vas a evaluar. En este sentido, es recomendable realizar la evaluación la segunda clase para que los estudiantes se sientan preparados en el caso de que les hagas una prueba.
     
  4. Planifica tu evaluación diagnóstica idealmente para que dure las dos horas pedagógicas. Y recuerda: No tiene por qué ser una prueba: puede ser una actividad programada. Lo importante es que tengas muy clara la pauta de evaluación,  porque sin ella no podrás sistematizar la información obtenida.
     
  5. Pregunta cosas que vayan más allá de los contenidos: Procura que tus evaluaciones sean diversas tanto en contenidos como en habilidades. Teresa, profesora de Lenguaje utilizó la prueba de diagnóstico para conocer cuáles eran las canciones favoritas de sus alumnas. Más adelante -y con altísima motivación del curso- realizó una actividad de análisis de texto con esas mismas composiciones. Otra experiencia puede ser que realices una actividad grupal como evaluación diagnóstica. Así podrás obtener información sobre cómo se llevan los alumnos, si son capaces de expresarse, si se motivan con tu tema, etc.
     
  6. No te quedes con la información: Transmite a tu curso los resultados de la evaluación que has hecho. Sin detallar en notas individuales, habla con tus estudiantes  y muéstrales cuáles son los puntos altos y bajos para que ellos mismos  puedan darse cuenta de su estado inicial ante los nuevos conocimientos, y participen activamente en el proceso. Además, te servirá  de justificación para los contenidos que prefieras profundizar durante el año.
Fuente Educarchile